Producción microempresarial en la Casa de Atención para Abuelos “Santa Joaquina”, Venezuela

La comunidad las Amazonas se encuentra situada en la periferia de la ciudad de Puerto Ordaz, municipio Caroní del estado Bolívar, Venezuela; nace en el año 1995 producto de una invasión. Inicialmente esta comunidad carecía de servicios básicos, sin embargo, ahora cuentan con agua (industrial) y electricidad.

Gran parte de sus habitantes, son parejas jóvenes con uniones inestables que provienen de algunos sectores campesinos. En esta población, los adultos mayores viven o pasan la mayor parte del día solos, pues sus hijos deben salir a trabajar para buscar el sustento de la familia. Habitan en ranchos de madera y zinc, y pocos cuentan con apoyo el económico de una pensión o salario.

Por esta razón, la casa de atención para abuelos “Santa Joaquina”, con el apoyo de la Vicaría Jesús de la Misericordia y el Monseñor Mariano José Parra Sandoval, quien en ese entonces se desempeñaba como Obispo de la Diócesis de Ciudad Guayana, deciden presentar a la Fundación Populorum Progressio, el proyecto 0077 Venezuela 2012, con la finalidad de buscar recursos para lograr que los abuelos (as), que habitan en la comunidad y sus alrededores, desarrollaran sus capacidades y pudieran generar  recursos económicos propios para su autosostenimiento, pero principalmente, que mejoraran su autoestima y conocieran la importancia de su trabajo en la sociedad.

“Estas actividades, además de serviles como terapia ocupacional, les ha ayudado a mejorar su autoestima y a tener alguna independencia para cubrir pequeñas necesidades personales, pero que para ellos representa mucho. Lo que comenzó como una actividad para ocupar sus ratos de ocio, resultó una actividad productiva para ellos mismos”, comentó la Hermana María Jesús Acordagoitia Leniz, congregación Carmelitas de la Caridad Vedrunas, presidente de la fundación “atención de abuelos Santa Joaquina.

Todo el trabajo fue posible gracias al apoyo económico de la Fundación Populorum Progressio, mediante la aprobación del proyecto en la reunión del Consejo de Administración en la ciudad de Bogotá, Colombia. La comunidad recibió un total de US$ 6.000 dólares americanos, los cuales fueron invertidos en la compra de materiales para la elaboración de chinchorros, construcción de comporteros, elementos para la reparación del sistema de agua, equipo de corte y costura, material para confección de prendas de vestir, de bisutería y máquinas de coser industriales y comerciales. “El haber obtenido, gracias al aporte de la Fundación Populorum Progressio, los equipos, herramientas y materia prima, hicieron posible el inicio y la prosecución de este sueño hecho realidad”, puntualizó la Hermana María Jesús. Con estos implementos, se realizaron chinchorros, rosarios, artículos de bisutería, un comportero para la transformación de los restos de comida en abono, semillas y bolsas plásticas y, finalmente, la siembra y cultivo de las plantas ornamentales, medicinales y hortalizas.

No obstante, fue muy importante contar con la participación de vecinas voluntarias de la comunidad que acompañaron a los adultos mayores en la capacitación y elaboración de bisutería. Además, el Servicio Internacional S.V.I, se ofreció como voluntario con su proyecto “Manos a la Siembra”, para en todo lo correspondiente a horticultura y jardinería. Así mismo, se contó con el apoyo del personal de la casa de atención, familiares de los abuelos, vecinos del sector y misioneros italianos que visitaron la comunidad para aportar sus conocimientos en la elaboración de semilleros.

El proyecto se ejecutó durante un año, en ese lapso, los productos se fueron vendiendo rápidamente por encargo, otros se guardaron ya que los abuelos de la casa de atención fueron invitados por una reconocida empresa nacional a una exposición y venta de productos. Esta actividad, generó un trabajo grupal, permitiéndole a los abuelos desarrollar sus capacidades, mejorando así su autoestima a la vez que generaban recursos económicos para su sustento.  “La primera etapa fue de inseguridad, algunos abuelos se sentían incapaces para asumir el reto y pensaban que no podrían ser útiles, pero día tras día se sienten más seguros y constatan que pueden lograr más de lo que se imaginaban”, aseguró la Hermana María Jesús, responsable del proyecto.

Actualmente, el proyecto cumple con uno de sus principales objetivos: ser una iniciativa autofinanciable, que generara recursos para las personas de la tercera edad. “La casa de atención para abuelos ‘Santa Joaquina’, culminó con felicidad este proyecto para los abuelos, quienes fortalecieron su autoestima ante sus familiares y la población en general, pues ellos no creían que sus abuelos y abuelas fueran capaces de realizar artesanías con tanta perfección hasta que los vieron elaborarlas y venderlas. Así mismo se superó la monotonía de un día entero sin actividades motivadoras y el incentivo económico les hace sentirse útiles”, concluyó la Hermana María Jesús Acordagoitia Leniz, presidente de la fundación “atención de abuelos Santa Joaquina. Todo un trabajo de amor que permitió a la comunidad compartir experiencias, anécdotas y unir fuerzas para reducir los índices de pobreza en la región, trabajo que se seguirá desarrollando con la ayuda de la Fundación Populorum Progressio, la Vicaría Jesús de la Misericordia y la Diócesis de Ciudad Guayana, al servicio de los pueblos indígenas, campesinos y afrodescendientes.

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