“No hay mañana para empezar, el día para empezar es hoy”. Es la frase de una alumna, que resuena en los altoparlantes durante el acto de apertura del año académico, en el Centro de Estudios y Desarrollo Humano Integral – CEDHI, en la Ciudad de Dios, zona baja del Distrito de Yura en Arequipa, Perú, uno de los llamados pueblos jóvenes.
Los pueblos jóvenes son barriadas construidas en las zonas más inhóspitas e insalubres de las ciudades peruanas, convertidas en la única posibilidad de asentamiento para los desplazados y los más pobres. La población de estas zonas carece de los servicios básicos y vive en condiciones habitacionales infrahumanas, con alto índice de desocupación juvenil, debido a la falta de preparación para acceder al empleo o crear pequeños negocios.
Ante esta realidad, en el año 2011, el Arzobispado de Arequipa lideró la iniciativa de crear un centro educativo para el desarrollo Integral de los pueblos jóvenes del Cono Norte de la ciudad. El centro de estudios opera bajo tres pilares fundamentales: alto nivel de estudios, solidez espiritual y colaboración al bien común, como lo explica Monseñor Javier del Rio Alba, Arzobispo de Arequipa: “Primero tenemos que ser excelentes en los que hagamos y tener una vida espiritual profunda, sin que nos falte Dios. Segundo, recordar que estudiamos no solamente para nuestro progreso, sino para colaborar al bien común, a mi barrio, a mi provincia y a mi país”.
“No se trata solamente de un lugar en donde queremos transferir conocimientos y prepararlos para las distintas carreras sino sobre todo darles los instrumentos para que todos los que estudien aquí puedan pasar a ser agentes de su propio desarrollo”, Mons. Javier Del Río.
Cada año, más de 400 jóvenes de ambos sexos, sin oportunidades educativas, provenientes de familias campesinas e indígenas migrantes de la sierra, realizan estudios en cosmetología, computación, gastronomía, administración, soldadura y técnicas de gas en el CEDHI. Además, ofrecen a los estudiantes con hijos pequeños el servicio de guardería y algunos de ellos reciben subvenciones mensuales. Proyectos que se han hecho realidad gracias al apoyo de la Fundación Populorum Progressio, diversas entidades, empresas y familias peruanas, con el liderazgo del Arzobispado de Arequipa que ha creado soluciones de educación y desarrollo, mostrando la eficacia del Evangelio llevado a la práctica mediante acciones concretas de progreso integral, no sólo material sino también espiritual.
De esta gran obra, surge en el año 2012 la necesidad de equipar el Laboratorio de Idiomas para jóvenes de extrema pobreza del CEDHI, con el fin de aumentar la oferta educativa y laboral. Dicho proyecto consiste en brindar capacitación para el trabajo y formación humana integral a los jóvenes de esta zona que carecen de medios para acceder a otras instituciones educativas y sufren exclusión social, por lo que están en situación de riesgo de caer en la delincuencia, el alcoholismo y la drogadicción, entre otros males que causan el deterioro familiar y social. A través del presente proyecto, más de 300 jóvenes (por año), pueden aprender un segundo idioma que les permite conseguir un trabajo con más facilidad. Inicialmente se dicta el idioma inglés, pero luego se ampliará la oferta educativa al portugués y mandarín, por la importancia que cobra en la región. “En la ciudad de Arequipa se viene dando un crecimiento de la producción y el comercio internacional, generado por la minería, la industria agropecuaria, el turismo, el gasoducto y la Carretera Interoceánica que nos vincula al comercio exterior de Brasil –comenta César Arriaga Pacheco, Secretario General de Cáritas Arequipa y responsable del proyecto–, estas actividades requieren que la capacitación técnica y educación superior que se imparte en nuestra ciudad, brinde a sus alumnos la enseñanza avanzada de por lo menos dos idiomas, siendo prioritarios y urgentes el inglés y el portugués”.
El Centro de Estudios y Desarrollo Humano Integral – CEDHI, se ha constituido en un punto de referencia para los pobladores del Cono Norte, zona de extrema pobreza de la ciudad de Arequipa, ya que cuentan con un centro de formación que dispone de instalaciones dignas, equipamiento y mobiliario adecuado para una formación con calidad y equidad. Es importante resaltar allí, los alumnos no sólo recibirán capacitaciones para el trabajo, sino también tendrán una iniciación cristiana y formación humana integral basada en valores, tendiente a educarlos para la vida familiar y comunitaria, con especial énfasis en la búsqueda del bien común de la sociedad.
“Queremos agradecer a Populorum Progressio por la ayuda que nos ha prestado, la misma que está permitiendo capacitar a jóvenes de escasos recursos, además de formarlos en valores cristianos, que los ayudará a desenvolverse dentro de la sociedad de manera digna”, concluye César Pacheco.
