Desde la confirmación en marzo de 2017 por parte del Señor Nuncio Apostólico, monseñor Ettore Balestrero durante una rueda de prensa que se celebró en las instalaciones de la Conferencia Episcopal, los colombianos se han preparado para recibir al Papa, no solo en logística, seguridad, actos protocolarios, visitas, entre otros, sino abriendo su corazón a un mensaje de esperanza, con el fin de que todos “Demos el primer paso” para alcanzar la reconciliación y la paz.
“La visita del Papa Francisco es un momento de gracia y alegría para soñar con la posibilidad de transformar nuestro país y dar el primer paso. El Santo Padre, es un misionero para la reconciliación. Su presencia nos ayudará a descubrir que sí es posible volver a unirnos como nación para así aprender a mirarnos de nuevo con ojos de esperanza y misericordia”, explicó Monseñor Fabio Suescún Mutis, Obispo Castrense y responsable, por parte de la Iglesia, del Comité de la preparación para la visita del Santo Padre.
Por esta razón, antes de su llegada el Papa Francisco envío un videomensaje al pueblo colombiano antes de su visita apostólica del 6 al 11 de septiembre de 2017.
“Querido pueblo de Colombia, dentro de pocos días visitaré vuestro país. Iré como peregrino de esperanza y de paz, para celebrar con ustedes la fe en nuestro Señor y también para aprender de vuestra caridad y vuestra constancia en busca de la paz y la armonía.
Los saludo cordialmente y doy las gracias, al señor presidente de la República y a los obispos de la Conferencia episcopal, por la invitación a visitar Colombia. También agradezco a cada uno de ustedes, que me acogen en su tierra y en su corazón. Sé que han trabajado -y han trabajado mucho- para preparar este encuentro. Mi agradecimiento a todos lo que han colaborado y siguen haciéndolo para que sea una realidad.
“Demos el primer paso” es el lema de este viaje. Nos recuerda que siempre se necesita dar un primer paso para cualquier actividad y proyecto. También nos empuja a ser los primeros para amar, para crear puentes, para crear fraternidad. Dar el primer paso nos anima a salir al encuentro del otro y a extender la mano, y darnos el signo de paz. La paz es la que Colombia busca desde hace mucho tiempo y trabaja para conseguirla. Una paz estable, duradera, para vernos y tratarnos como hermanos, nunca como enemigos. La paz nos recuerda que todos somos hijos de un mismo Padre que nos ama y nos consuela. Me siento honrado de visitar esa tierra rica de historia, de cultura, de fe, de hombres y mujeres que han trabajo con tesón y constancia para que sea un lugar donde reine la armonía y la fraternidad, donde el Evangelio sea conocido y amado, donde decir hermano y hermana no resulte algo extraño sino un verdadero tesoro a proteger y defender. El mundo de hoy tiene necesidad de consultores de paz y de diálogo. También la Iglesia está llamada a esta tarea, a promover la reconciliación con el Señor y con los hermanos, y también la reconciliación con el medioambiente que es creación de Dios y que estamos explotando de una manera salvaje.
Que esta visita sea como un abrazo fraterno para cada uno de ustedes y en el que sintamos el consuelo y la ternura del Señor.
Queridos hermanos y hermanas colombianos, deseo vivir estos días con ustedes con ánimo gozoso, con gratitud al Señor. Los abrazo con afecto y pido al Señor que los bendiga, que proteja vuestro país y les conceda la paz. Y a nuestra Madre, la Virgen Santa, que los cuide. Y por favor, no se olviden de rezar por mí. Gracias y hasta pronto”.
Más información:
Viaje apostólico del Santo Padre a Colombia
Fundación Populorum Progressio