Acueducto rural en la comunidad de Cuay Toribio, Panamá

En el corregimiento de San José, distrito de San Francisco, provincia de Veraguas, república de Panamá, se encuentra la comunidad Cuay Toribio, quienes participan en capacitaciones teóricas y prácticas de la agricultura sostenible y seguridad alimentaria.

Ellos han contribuido para que se realicen las mejoras en la escuela y la capilla, así mismo han ayudado a la construcción del puente sobre el río Cuay y la construcción del acueducto existente que ya no satisfacía las necesidades de la población.

Por esta razón, se presenta el proyecto 0082 Panamá 2009, avalado por Monseñor Óscar Mario Brown Jiménez, Obispo Emérito de la Diócesis de Santiago de Veraguas, la Fundación Populorum Progressio financió la iniciativa para la construcción de un nuevo sistema de almacenamiento de agua con tanques plásticos, su respectivo clorinador, losa abajo y techo, que le permitiera a la población actual y futuras generaciones disfrutar de este vital líquido de manera permanente y saludable.

“Hace 18 años la comunidad construyó un acueducto que estaba deteriorado y la demanda de agua cada vez es más grande por el aumento de la población. Se hicieron varias gestiones, por diversas instancias y no se lograban conseguir recursos para un nuevo acueducto, hasta lograr obtener el apoyo de la Fundación Populorum Progressio –comenta Luis Antonio Batista, Coordinador General de CEPAS y responsable el proyecto–, de esta manera, la comunidad, incluidos los diferentes comités participaron con la mano de obra no especializada, en el desarrollo de las distintas etapas del proyecto, aportando los materiales (arena y piedras) que ellos mismos extrajeron del río y lo transportaron al hombro.

El proyecto benefició a 27 familias campesinas (131 personas), quienes practican la agricultura sostenible, produciendo granos básicos, verduras, frutas, algunas hortalizas a igual que especies menores. Estas familias son conservadores del medio ambiente y reforestan las fuentes de agua. En la época de zafras de los ingenios azucareros, los varones jornalean para ganar algo de dinero en efectivo.

El proyecto fue aprobado en la reunión anual del Consejo de Administración que se realizó en el año 2009 en Paderborn, Alemania del 27 de julio al 1 de agosto, allí se avaló una suma de US$8.500 dólares americanos, los cuales fueron invertidos en la compra de materiales de plomería, tanques de reserva de agua, tubos PVC, codos lisos, llaves de paso, conectores machos, teflones, cemento, hojas de zinc, clorinador, entre otros, utilizados para la captación de una nueva fuente con mayor caudal y mayor altura, extendiendo y enterrando la tubería principal con sus respectivas ramificaciones para garantizar y así lograr que la comunidad obtuviera el preciado líquido. “Esta comunidad demostró mucho interés en resolver el problema, por lo que se mantuvo en pie de alerta en todo momento desde la solicitud hasta la culminación de la obra. Hoy día todos tiene el agua disponible y en condiciones de salubridad en sus hogares las 24 horas del día”, comenta Luis Batista, responsable del proyecto.

El proyecto estuvo a cargo del señor Luis Antonio Batista, Coordinador general del Centro de Estudios Promoción y Asistencia Social – CEPAS, institución sin fines de lucro que trabaja en la Pastoral Social y programas orientados hacia el desarrollo humano integral sostenible y duradero, fundamentándose en la Doctrina Social de la Iglesia, principalmente con y desde los sectores más pobres, excluidos y menos favorecidos de la sociedad. Esta institución promueve e impulsa programas que ayudan a potenciar las habilidades, descubrir y fortalecer los valores humanos y cristianos, con el fin de construir una sociedad que permita una vida digna y justa para todos. De igual forma desarrolla un proceso educativo con las comunidades para enfrentar la situación de marginalidad e injusticia social, trabajando por el desarrollo integral en función del bien común, propiciando el empoderamiento personal, familiar y comunitario siempre en armonía con Dios, las personas y la naturaleza.

Dentro del CEPAS, existen diversos comités que ayudaron a realizar la obra; en un caso particular, el comité de salud fue el responsable de animar, coordinar y darle seguimiento al proyecto, siempre involucrando a toda la comunidad beneficiaria, promoviendo el uso responsable del agua. Este comité se reunía cada dos meses y de manera extraordinaria para monitorear, evaluar y llevar el control del proyecto, el cual se ejecutó en su totalidad en un mes y medio.

“Se agradece el apoyo de la Fundación Populorum Progressio, ya que todos los materiales fueron puestos en la comunidad oportunamente y todos los beneficiarios cooperaron. Gracias por el aporte para la construcción de esta obra necesaria para las personas, la cual ayuda a contribuir a mejorar la calidad de vida de nuestra comunidad”, afirma Luis Batista, responsable del proyecto.

Para más información:
www.populorumprogressio.org
secretaria@populorumprogressio.org

 

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